Gran
consternación y enojo causó la noticia del incalificable acto cometido en
contra del Secretario del Trabajo Alfonso Navarrete Prida el pasado fin de
semana, al sufrir un asalto a mano armada.
Parafraseando
a los clásicos de la nota roja, el atraco fue cometido por solitario hampón que
armado con pavoroso cuete y al grito de este es un asalto chido, despojó de
valiosa joya al funcionario federal.
Los
hechos ocurrieron el pasado 19 de enero, cuando el susodicho acudió a
chacharear al pomadoso centro comercial Antara ubicado en la linajuda colonia
Polanco de esta ciudad y, seguramente confiado en las aseveraciones del
Jefe de Gobierno y del Procurador de Justicia de que en el DF no hay
delincuencia organizada (ni desorganizada), portaba humilde molleja marca Patek
Phillipe valuada en 300 mil bolas y sin la protección de los guaruras que usted
y yo le pagamos con nuestros impuestos y, como dijera Lupe Ladrarrecio, este fue
su error.
Una
rata de categoría de las que pululan en estos lugares seguramente reconoció a
don Poncho e intuyendo que dicho personaje de ninguna manera usaría una vil réplica,
le sacó la fusca y le bajó la molleja.
Una
vez repuesto del susto y aún con la bilis derramada, don Poncho agradeció que
no le metieran un plomazo en la panza y le bajaran también la nave que seguramente
cuesta cuando menos el quíntuple del valor de la multicitada molleja y, aunque los
CSI-DF acudieron de inmediato a la escena del crimen para recabar la evidencia
forense, sus esfuerzos fueron inútiles.
Igualmente,
prometió acudir de rodillas al Santuario de Chalma desde las instalaciones de
la Secretaría del Trabajo en Paseo de la Reforma, con la clásica penca de nopal
en la espalda y recitando de memoria los 1,010 artículos de la Ley Federal del Trabajo.
Quién
lo hubiera creído. Don Poncho fue Diputado Federal de 2009 a 2012 y por tanto
asiduo concurrente de los elegantes rumbos de la Candelaria de los Patos y aquí
nunca le metieron un susto. Vivir para ver.
Los
ciudadanos de a pie salimos de nuestras respectivas casas sin mayor protección
que la bendición de nuestras madres y esposas y la de la medallita de la Virgencita
de Guadalupe obsequio del padrino de bautizo, así que no se entiende cómo don
Poncho se atrevió a obrar de manera tan temeraria teniendo a su disposición toda la protección
del Estado.
Por
tal motivo, la Cochinilla ha organizado entre los cuates una coperacha de 10
mil varos por piocha para reintegrarle su molleja a don Poncho, pues un
funcionario de su categoría no merece ver la hora en un reloj cualquiera.
Se
agradecerá su aportación con una mención
especial en la página web de la Secretaría del Trabajo, en el micrositio del
Cuadro de Honor de los sobrinos del Tío Navarretín.
Ahora que si no quieren cooperar por las buenas, podemos llevar a Lucerito para que los convenza amigablemente con su rifle mataborregos y en el último de los casos, como el asalto fue contra un funcionario federal, la PGR podría atraer el caso y llamar a la celebérrima Paca, para que con sus dotes brujeriles localice a los ratones para que los entamben.
Ahora que si no quieren cooperar por las buenas, podemos llevar a Lucerito para que los convenza amigablemente con su rifle mataborregos y en el último de los casos, como el asalto fue contra un funcionario federal, la PGR podría atraer el caso y llamar a la celebérrima Paca, para que con sus dotes brujeriles localice a los ratones para que los entamben.
Nota: La imagen
mostrada al inicio es sólo para fines ilustrativos, pudiendo no ser la que le
volaron al funcionario.
Y el premio para el
rebuzno más sonoro es para …
Cambiar
la sede de la SEGOB debido a las frecuentes marchas y plantones que ahí tienen
lugar y que bloquean la calle de Bucareli afectando a los vecinos y trabajadores de la
zona.
El
proponente de semejante sandez es el Diputado Federal pedorrista José Luis
Muñoz Soria si, el mismo que pagó la fianza de los vándalos que hicieron diversos
destrozos el 1º de diciembre de 2012.
Si
a esas vamos, mejor que desmonten el Palacio Nacional piedra por piedra y lo
vuelvan a armar en las faldas del Pico de Orizaba, donde no estorbarían los
manifestantes y así, el Dr. Mensera podría hacer más grande la pista de hielo y
tener más lugar para la mega rosca de Reyes.