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lunes, 11 de julio de 2016

EL TREMENDO DESAFUERO





Como no hay plazo que no se cumpla, el pasado 13 de junio, por fin llegó el esperado día del pomposamente llamado “Juicio de Procedencia” (mejor conocido entre la raza como desafuero) en contra de la “Chapo-Diputada”, Lucero Guadalupe Sánchez, a la que en adelante llamaremos de cariño Lucelu.

Con toda la parafernalia del caso, muy circunspectos, tomaron su lugar los agentes del MP Federal y los abogados de la interfecta, para lanzar de su ronco pecho sus mejores argumentos jurídicos en pro y en contra de Lucelu.



Como si fuera la escena del juicio de Cantinflas en la película “Ahí está el detalle”, empezó la función y el Agente del MP, José Toribio (en serio, así se llama), como queriendo apantallar a los presentes, citó a Montesquieu (y seguro que más de un Diputado se quedó en blanco) diciendo que la Ley debe ser como la muerte, que no debe exceptuar a nadie (ay güero).


Posteriormente indicó que la acusada había ido a visitar al “Tucito” Chapo identificándose con una credencial de elector made in Santo Domingo,  a nombre de Vianey Villatoro (quien, desde este nombrecito, se hizo sospechosa).

Nomás para estar seguros, los CSI-PGR habiendo hecho un extenso peritaje de morfología y cromática de imágenes faciales que incluyó un concienzudo análisis de cachete, trompa, buche, oreja y papada, determinaron que Luce-Lupe y Vianey eran la misma persona, con lo que se le cayó el cantón y se solicitó la procedencia del desafuero, a fin de que diera con sus huesitos en el tambo.


En su turno, el Abogado defensor de la Lucelu sacó a relucir sus mejores argumentos jurídicos y dijo que la PGR no tenía pruebas suficientes para acusar a su defensa (aunque se hubiera identificado con una credencial de elector falsa para entrar y en el túnel se hubiera encontrado una licencia de manejo con su nombre real).

Uy Lic. Ya se parece al Gober Precioso Mario Marín, que cuando le hicieron escuchar una grabación con su propia voz, dijo “si es mi voz, pero no soy yo”.

También preguntó a los presentes por qué la prisa en el proceso, si la H. Cámara de Diputados tenía pendientes 300 Juicios de Procedencia, a lo que los padres de la Patria se hicieron como si la Virgen les hablara.

Asimismo, hizo tal gala de argumentación jurídica, que Ulpiano el gran jurisconsulto romano se hubiera quedado mudo de vergüenza, lo que sucedió con el Agente del MP que ya no hizo uso de su derecho de réplica.
Por lo menos el desafuero del Pejestorio estuvo divertido pues a diferencia de Lucelu el sí fue a pitorrearse de los Diputados y, todavía se aventó la puntada de sorrajarles un  “los amo desaforadamente”.


El Diputado del PRI Ricardo Ramírez, fundamentó el dictamen en el que se declaraba a proceder penalmente contra Lucelu, aclarando que se actuaba con la limpieza y objetividad que siempre caracterizaba a esta muy H. Cámara de Diputados (como se reía Doña Borola Tacuche, juar, juar, juar).

Y remató su discurso con una perla del tamaño de la panza del Gober de Veracruz, Javier Duarte, “derecho para todos, privilegios para nadie” (ay ojón).


Después, el más independiente de los Diputados Manuel Clouthier dijo que transas hay en todos lados y que a todos se les debe tratar por igual, lo que hizo brincar de su confortable curul a más de un Diputado.


La Diputada del PAÑAL, Karina Sánchez, dijo que sus contlapaches votarían a favor del desafuero, pero aclarando que todos somos inocentes, hasta que se demuestre lo contrario (si, como no).

El Diputado Macedonio Tamez del Movimiento (seudo) Ciudadano, dijo que también votarían a favor, pero que ya era tiempo de que eliminara el fuero constitucional, lo que también hizo temblar a más de uno.


El Diputado morenazo Alfredo Basurto, señaló que este sainete era una cortina de humo para distraer a la gente de las tropelías que cometen los verdaderos roedores que andan correteando libremente  por nuestro México lindo y querido.

Agregó que el procedimiento estaba viciado desde el principio (y eso que aún no se  despenaliza la mota). Cochinos viciosos.


El Diputado del partido del pajarraco. Omar Bernardino, dijo que la Cámara de Diputados no juzgaba ni condenaba a nadie, sino que esto lo hacían las autoridades competentes (dicho esto mientras acariciaba su medallita de Poncio Pilatos, regalo de bautizo de su abuelita materna).

Agregó que el PVEM tiene un compromiso con la transparencia, olvidándose de todas las veces que han agarrado en la moviola al dueño del partido, el ex niño verde Jorge González, sin que haya pasado nada más que el quemón.


El Diputado pedorrista Omar Ortega, reiteró que no se juzgaba a nadie sino que se le retiraba la inmunidad constitucional ya que sería la autoridad competente la que procedería contra Lucelu y además, todo el procedimiento rechinaba de limpio, por lo que no debería haber dudas de ningún tipo.


Llegó el turno del Diputado pitufo Juan Pablo Piña (que por cierto tiene cara de sacristán de parroquia de pueblo), que señaló que su aldea estaba absolutamente de acuerdo en retirarle el fuero a la Diputada, aprovechando para darle un raspón al Gobierno Federal al decir que solamente se habían tardado ocho meses en hacer la denuncia respectiva.


La Diputada del PRI, Sandra Méndez, soltó otra perlota al decir que “el fuero protege ideales, no delitos” y remató su intervención al estilo del Tío Gamboín con un “no le fallaremos a los mexicanos”.

Finalmente, con la abrumadora cantidad de 414 votos a favor y 37 abstenciones (de la perrada de MORENA), dio lugar a proceder penalmente contra la Diputada Lucelu por la probable comisión del delito de uso de documentación falsificada.

Queda expedita la acción del MP Federal para entabicarla y se remite la documentación al Congreso de Sinaloa, para que la corra con cajas destempladas.

Y mientras esta bola de tarugos se estaban peleando, Lucelu veía la sesión volando en 1ª clase  hacía alguna lejana isla del Pacífico donde no hay tratado de extradición con México.

Y así acabó el sainete que tuvo en vilo y al borde del soponcio a todo el país.



Que Gachos.

Que hojaldras se vieron los primates de la CNTE al no publicar ninguna esquela o emitir algún comunicado de condolencias por el fallecimiento de su congénere el gorila Bantú.

Dicen que a los dedicados veterinarios del Zoológico de la CDMX se les pasó la mano con el sedante que le aplicaron para trasladarlo a Guadalajara y, conociera a una gorila de ojos tapatíos que se quedó vestida y alborotada.

Un informante que tengo me dijo que un compadre le había dicho, que su sobrino supo, de un primo de un chofer de un mandamás de la SEGOB, que al gorila lo habían detenido unos agentes del benemérito CISEN para que revelara datos de sus probables nexos con la CNTE pero que, al inyectarle el suero de la verdad, la regaron y lo mandaron al otro barrio, echándoles la culpa a los veterinarios del Zoológico.


Que jijos de su mal dormir.